Lugares para pedir deseos

Muchas veces la gente te dice, ¡qué suerte que tenés!, y no tienen en cuenta todo el esfuerzo que se hace para obtener un logro, como si las cosas sucedieran tan fácilmente. Pero el pensamiento mágico es el que alimenta muchas veces nuestras ilusiones. ¿Quién de chico no soñó con pedirle un deseo a la lámpara de Aladino? Hablando de deseos hay muchas historias relacionadas con el deseo de volver a algún lugar. Cuando viajé con el Nacional N° 1 para apadrinar una escuelita en el Chaco, Francisco Fragoso me dijo que si miraba la estatua de la Loba con Rómulo y Remo de la plaza principal, iba volver a Resistencia. La habré mirado mal porque no volví todavía. En Roma en Roma hay que tirar monedas en la Fontana de Trevi pidiendo el deseo de volver. Pero hay que pararse como la protagonista de la película Tres monedas en la fuente, de espalda y con el brazo derecho sobre el hombro izquierdo. También hay otros rituales en el mundo para tentar la buena suerte. Por ejemplo en Copenhague ‘La Sirenita’ recibe permanentemente las caricias de los turistas. Y en Nueva York para tener prosperidad y optimismo hay que tocarle los cuernos a la ‘estatua del Toro’ en Wall Street; algunos dicen que si se tocan los atributos traseros produce el mismo efecto. Si se viaja a Las Vegas, dicen que para tener suerte no hay que dejar de tocar un mural donde aparecen 7 mujeres de bronce, en escala real, abrazadas y de espaldas, y con los glúteos al aire, en la puerta del Hotel Riviera. Será por eso que están tan brillosas
Los guías turísticos comentan que el kilómetros cero guarda una magia especial para quienes lo pisan. Recordemos que el km 0 simboliza el punto inicial de la red de carreteras. Por ejemplo, para volver a París hay que pararse bajo la estrella que está en la entrada de Notre Dame. Para volver a Moscú hay que pararse frente a la Puerta de Iver, en la majestuosa Plaza Roja y para volver a Madrid hay que pisar la inscripción que dice: Origen de las carreteras radiales, en la Puerta del Sol. En la ciudad de Bs.As, el kilómetro cero está representado por un monolito que está ubicado en la Plaza de los dos Congresos. Tiene una imagen de la Virgen de Luján, y una inscripción que dice que es la patrona de las Rutas Nacionales. La obra fue creada por los escultores Fiovaranti e inaugurada en 1935, durante la presidencia de Agustín P. Justo. Para saber dónde surgió la costumbre de erigir pequeños monumentos para registrar el inicio de las rutas nacionales hay que remontarse a la época del emperador César Augusto, quien mandó levantar una pequeña columna, el Miliarium Aureum, para señalar el punto de partida de las calzadas del Imperio romano .Digamos que es un buen inicio acercarse al monolito del km 0 de Bs.As, en la Plaza de los 2 Congresos para comenzar con el ritual.
Susana Abelson