Otro giro del caleidoscopio 101º jueves 7 de marzo de 2013 Consejeros en la literatura

Por Elsa Scopazzo
A todos nos gusta pedir que nos recomienden libros o películas y al mismo tiempo aconsejamos no perderse alguna obra. Aconsejar o asesorar justamente es uno de los temas que trata la literatura desde el comienzo de la humanidad. Si no, recordemos a la serpiente del Paraíso que con sus sugerencias lleva al hombre a la desobediencia y al primer pecado, la soberbia. La verdad, el primer consejero fue el demonio. O sea, hay malos consejeros. El Salmo I dice: Feliz quien no sigue consejos malvados. Porque el consejo es un comentario que trata de influir en el comportamiento hacia comportamientos adecuados o inadecuados. Nos puede llevar al éxito o al fracaso. Juan Grillo aconseja a Pinocho, pero el zorro le sugiere desobedecer a su padre y el niño termina en el vientre de una ballena. Los cuentos infantiles están llenos de ejemplos. No sólo los infantiles. En el Sátiro sordo de Rubén Darío, el sátiro tiene dos consejeros, una alondra y un asno. Un día llegó Orfeo con su lira y su música maravillosa. El sátiro pidió pidió opinión para aceptarlo en el bosque: la alondra habló, pero no la oyó. El asno movió la cabeza de un lado a otro buscando pasto y el sátiro expulsó a Orfeo. Medea aconsejó a las hijas de Pelias cocinarlo en leche para recuperar la juventud y te imaginás el resultado Pero hay buenos consejeros también. Yo publicaría en los diarios en letras gigantes los consejos de Don Quijote a Sancho para cuando sea gobernador. Ahora que se puede guglear busquen capítulo 62 . No tiene desperdicio. Primeramente, ¡oh hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría y siendo sabio no podrás errar en nada . Desde el aspecto personal, el lenguaje apropiado, la conducta ante los humildes, la serenidad para pensar… Recordemos éste: “Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Inumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos que te cansaran. Es evidente la actualidad de los cásicos. La monarquía en la Castilla bajomedieval desarrollaba su acción política “con consejo”, y entre los consejeros destacaban los miembros de la Casa y Corte, que aconsejaban al rey cotidianamente, a partir de sus propios cargos. En ese marco de relación, se situaba la recompensa regia por el servicio prestado. Pero si el aconsejado, no tiene ideas propias, lo pueden llevar al desastre. Justamente, por eso Juan Manuel escribió el Libro de los ejemplos en los que el maestro ante una duda del futuro rey, explica con ejemplos de situaciones que él tendrá que manejar con cordura y justicia. Cada ejemplo termina con una sentencia o moraleja como esta ”Evitad la mentira y abrazad la verdad ya que su daño consigue el que vive en el mal”