En estos días la palabra ahorro está en todas las
conversaciones ya sea entre amigo, familia o compañeros de trabajo.
Evidentemente la situación económica hace que en todos los círculos se
pongan en práctica tácticas para disminuir el consumo. Si consultamos un libro
de Economía veremos que el ahorro es la diferencia entre el ingreso disponible y el consumo efectuado. Por lo tanto podemos hablar de ahorro público, el
que hace el Estado, y ahorro privado, el personal o familiar. Como
siempre, me detengo en el origen de la palabra porque permite entender el
verdadero concepto del término
Procede del árabe horr, “condición de libre”. El
adjetivo ahorro mencionaba al esclavo que había sido liberado. Era una carta
que acreditaba esa condición.” Ahorrarse”
era el aporte que hacía el esclavo para comprar su libertad. El descanso
sabático del judaísmo se basa en “recuerda, Israel, que tú fuiste esclavo en
Egipto. El esclavo guardaba parte de su salario que se anotaba en una cartilla
de ahorro para comprar su libertad. Todavía, en el siglo XXI hay trabajo esclavo, pero el
concepto de ahorro y su finalidad ya
no tiene ese objetivo, la compra de la
libertad ,porque está abolido el derecho de propiedad sobre las
personas. A partir de ahí sólo son enajenables sus bienes. Para evitar la rapiña de los
acreedores de los pobres, nacieron los Montes
de Piedad en 1462.Eran instituciones benéficas (eventualmente con
carácter de servicio público) creadas por monjes franciscanos que prestaban dinero sobre las ropas, alhajas
y otros objetos de valor que quedaban a beneficio de la institución si no era “ahorradas”, es decir rescatadas, en
el tiempo y forma que se estipulaba. En
el siglo XVIII loso Montes de Piedad estaban patrocinados por el Rey manteniendo el objetivo benéfico religioso de su funcionamiento. En Italia se los llamó
Montepío. Desde tiempos remotos ya se
tenía el concepto de ahorro, se practicaba en los pueblos de la antigüedad,
cuando civilizaciones como Egipto, China, Inca, etc. acostumbraban guardar el
fruto de sus cosechas. .
En nuestra infancia, entre 1940 y 1950 existía
la Caja Nacional de Ahorro Postal. Teníamos una libreta en la pegábamos
estampillas de un cierto valor que acreditaban el dinero en una cuenta
bancaria. El ahorro era casi un dogma para nuestros padres o abuelos que venían
de la Europa de post guerra, del hambre, del desamparo. La cultura del nada se
tira, todo se remienda, se aprovecha, se transforma era la base de la economía
familiar.
Elsa Scopazzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario