La OMS eligió el 14 de junio como el día dedicado a
reconocer a los millones de personas que, al donar sangre, salvan vidas y mejoran
la salud del prójimo.
Existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya
que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja
de ser utilizable. ¿Por qué hay que donar sangre? Porque el hombre con la más
avanzada tecnología no pudo crearla artificialmente. La única posibilidad de
obtenerla es gracias a la generosidad personal del ser humano, único capaz de
fabricarla en su propio organismo. Muchos nos preguntamos qué se necesita para
ser donante de sangre. Las condiciones son simples: tener entre 18 y 65 años.
Peso mínimo de 50 Kg. Gozar de buena salud. Por lo tanto, dar sangre es
fácil, ya que no hay que presentarse en
ayunas, se puede comer muy liviano, sin alcohol ni grasas. Tengamos presente
que hay quienes no pueden donar sangre, como por ejemplo quienes tienen
tatuajes y piercings y algunas enfermedades, por eso es importante informarse.
Para orientarnos dónde, cuándo y como donar sangre, sugerimos entrar en:
tusangrequieremoverse.wordpress.com.
Cuántas veces nos dieron una copia de un análisis de sangre
y no lo podemos entender . Por eso, si tenemos dudas y queremos ampliar
información, aparecen en la web varios sitios que orientan en este sentido, por
ej. si ponemos “Guía para interpretar un análisis de sangre” aparecen distintos
sitios donde aclaran cada uno de los ítems que aparecen en los análisis
La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a
otra persona: el regalo de la vida. Recordá que si querés donar y no sabés cómo
ni dónde, entrá a tusangrequieremoverse.wordpress.com.
Hay muchos dichos populares que nombran la sangre. Sí como
por ej. a sangre fría De un modo frío, pensado y calculado, sin rabia ni
pasión.
Es un chupa sangre:. El que abusa, especialmente del dinero
o trabajo de una persona. No tiene sangre en las venas, que alude al que nada
le importa.
No va a llegar la sangre al río: cuando una situación tan
grave como parece, no llegar a sus últimas consecuencias.
Y… hacerse mala sangre, cuando nos afecta mucho algo. Claro
como la mala sangre que nos hacemos los jubilados cuando nos enteramos de que
el PAMI financia los gastos del gobierno y a veces nos quedamos sin cobertura o
cuando la inseguridad nos hace vivir con miedo.
Susana Abelson
No hay comentarios:
Publicar un comentario