Otro giro del caleidosocpio 77º Jueves 20 de septiembre de 2012 INDUSTRIA CULTURAL

por Susana Abelson
Leí en la última revista Pymes un tema muy interesante sobre industria cultural, concepto que me pareció muy interesante. Pero veamos qué significan estas palabras por separado. Cuando hablamos de industria pensamos en todos los procesos y actividades que se usan para transformar las materias primas en productos elaborados y se busca que deje un beneficio. Y cuando hablamos de cultura nos referimos al conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo, que incluye las tecnologías que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo. El concepto de industria cultural es nuevo.
Tengamos en cuenta que en el siglo XX la cultura era para pocos; luego se fue masificando y ahora Internet y las nuevas tecnologías facilitaron la difusión de los contenidos bajando los costos. Hablamos de industria cultural y nos referimos a la producción no sólo de cine, literatura, TV, editorial, teatro, productoras, publicidad, diseño, pintura, música, videojuegos. También se las llama industrias creativas. Tiene que ver también cómo consumimos estos bienes. Hay toda una movida que difiere a lo que nosotras vivimos en nuestra juventud. Por ejemplo, ahora hay una mayor cantidad de mega espectáculos en vivo, propuestas artísticas alternativas, en moda están apareciendo cada vez más las casas de diseño, en comida los restaurantes de autor, sumado a estos cambios la difusión por la web. Antes comprábamos para atesorar y ahora cambió la idea de la oferta, se piensa en definir más al destinatario, aparece cada vez más la palabra segmentar. Es decir, hay un cambio cultural en el consumo de arte.
La Argentina es el quinto exportador mundial de contenidos audiovisuales, cada vez se consolida más en la región como líder en música, en videojuegos y en el rubro editorial.
En el imaginario de la gente, el artista es el bohemio que trata de vivir de su arte, con posibilidades muy modestas y carencias, pero también ese concepto cambió y hoy la pregunta es ¿se puede vivir del arte y la cultura? Tengo la sensación de que hay una idea menos hipócrita sobre el tema. Muchos dicen: tengo capacidad creativa, ¿por qué no puedo vivir de ella? Entonces piensan en poner la idea en marcha a través de un proyecto que tienen que sustentarlo en un entorno material, piensan en el destinatario de su obra, cómo van a financiar los materiales, como hacen la difusión, cómo tienen que hacer para vender y quien es la competencia. Convengamos que quien hace arte, no sólo hace arte para vender sino por el placer de vivirlo y crearlo, pero el artista y el creativo están parados de otro modo ante los requerimientos de sus necesidades. A quien le interese el tema le sugiero que lea esta nota de la revista Pymes y que entre al Observatorio de Industrias Creativas de la Ciudad de Buenos Aires. http://oic.mdebuenosaires.gov.ar.
Para crear se necesita vivir en libertad, sin miedos, censuras, ni presiones