Otro giro del caleidoscopio 83º Jueves 1 de noviembre de 2012 Robo de identidad

Por Elsa I. Scopazzo
Hace poco me mandaron un texto de Borges titulado “Todavía estoy de pie” y contesté con letra catástrofe y muchos signos de admiración: ¡¡¡¡Esto no es del viejo genial!!!!
Es un tema preocupante. Yo conozco bastante la obra de Borges e inmediatamente me doy cuenta de que es apócrifo porque no es su estilo y los temas son medio ramplones. Me fastidia que con la inmensa obra que dejó muchos lo crean conocer por poemas falsos. Hay uno titulado “Instantes” donde él dice que si viviera otra vez daría más vueltas en calesita o tomaría más helado de limón. Debe ser posiblemente el mismo autor de la “despedida “de García Márquez que le hace decir que tomaría más helado de chocolate. ¿A ustedes les parece que una persona de su cultura puede decir esa estupidez?
Como circula por Internet, muchos creen que es auténtico. Pero que tener cuidado porque circulan muchos errores, tonterías, datos falsos y lo que yo llamaría ladrones de identidad. Hace poco el novelista Philip Roth escribió una Carta abierta a Wikipedia por una descripción errónea de su novela “La mancha humana”. Otro autor falsificado es Vargas Llosa cuyo “Elogio a la mujer anduvo” circulando, leído con lágrimas en los ojos y provocando emoción en muchas que si leen bien se dan cuenta que semejante lista de tonteras no pueden haber salido de la mente de un escritor de la talla del peruano.
La gran pregunta es si hay manera de defenderse de esos atropellos
El tema de los derechos de autor, de lo que llamamos copyrigh, todavía no está bien legislado en el mundo digital. Por empezar habría que hacer una larga y costosa investigación para saber de dónde salió originalmente el texto, pero los falsificadores toman las precauciones necesarias para borrar pistas. Incluso no usan su computadora personal.
Son problemas de la modernidad. Reconocemos que la tecnología ha impulsad las comunicaciones y la sociedad dispone de una enorme cantidad de medios para expresarse, de hacer llegar sus ideas, descubrimientos, proyectos y propuestas a prácticamente todo el mundo habitado. Al mismo tiempo también le llega al delincuente intelectual, al acomplejado, al envidioso, al fracasado que nunca pudo figurar entre los escritores, los científicos o los pensadores valiosos y le da un arma terrible: la falsa identidad la posibilidad de apropiarse de la identidad del otro, del valioso.
Siente placer por ver su texto leído por millones y con eso ya está satisfecho.